Las conversaciones de feedback fueron, son y serán una invitación a mejorar nuestras habilidades de liderazgo. Son más que un ida y vuelta de comportamientos a apoyar, mejoras que inspirar y acciones que acordar.
Al preparar y llevar adelante este tipo de interacción abrimos un compromiso personal: trabajar nuestras habilidades de liderazgo 👇
La escucha y observación: abrimos nuestras orejas para recibir las palabras de la otra persona, entenderlas y comprenderlas, complementándolas con la comunicación no verbal.
El pensamiento crítico y analítico: ponemos a prueba nuestras creencias, conocimiento y sesgos, abrimos un escenario de conexión y análisis de la información que recibimos de ese otro ser humano.
La capacidad de indagar: nos preparamos para hacer preguntas que transparenten comportamientos, despejen dudas y abran avenidas de experiencias para recorrer fortalezas y potencialidades. Incluso, si nos animamos, hasta podríamos adentrarnos a explorar nuestra creatividad al preguntar.
La gestión del tiempo: nos desafiamos para hacer que esa hora de encuentro realmente aporte valor, desmenuzando lo importante, lo urgente, los pro y los con que nutren más allá que a la persona con la que conversás, nutren al equipo, al negocio y también a vos.
La empatía y compasión: ¡Sí! Nos sensibilizamos haciendo sintonía con quien tenemos enfrente entendiendo qué siente y cómo vive el encuentro. Ofrecemos comprensión y aceptación de lo que pudo hacer, de lo que eligió hacer y de lo que elige hacer de cara al futuro.
La resolución de conflictos complejos y tolerancia al stress: no toda conversación desborda convergencia. Entonces cuando hay divergencia nos toca preguntar para clarificar, entender y, quizás, resolver. Sería mentir dejar de mencionar que estas situaciones generan tensión y nos proponen navegarlas con aceptación y naturalidad (Creemos que te entiendo. No es fácil, ni simple y menos una situación cómoda).
La motivación que lleva a la acción: nos aventuramos a descubrir qué expectativas tiene la persona con la que conversamos en vistas de encender ese impulso que lleva a la acción, validando intereses, deseos, propósito personal, carrera laboral, avidez de conocimiento.
La humildad para recibir la crítica: abrazamos el feedback inverso que nos lleva a superarnos a nivel profesional y también profesional
La vulnerabilidad para dejarnos inspirar: entendemos que el aprendizaje colectivo nutre a todas las partes, incluso a las que están fuera del radar de la conversación.
Lo interesante es que además estamos desarrollando habilidades del futuro. Sino mirá el informe de World Economic Forum 👇
Involucrarnos con las conversaciones de feedback es una elección que de hoy que impactará en tu futuro, en el de otras personas y en el negocio. La decisión es tuya. ¿Te preparás para el Liderazgo 5.0?
Hasta pronto, Ale Clavel 👇
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